martes, 17 de marzo de 2009

Suspiro del atardecer.



El mar suspiro profundamente cuando se encontró con el ocaso de aquel día,
y se entretuvo un momento mientras veía que el suspiro tocaba levemente las gotas que caían apresuradas.

Miró y no solo las olas fueron motivadas por el aquel suspiro, también las arenas que se encontraban allí cerca,
y a su paso borraron las huellas que fueron dejadas aquel día,
y sumergieron las lágrimas que sin intención fueron derramadas,
y levantaron un Ser, que su propósito más que nada era el sueño.

El mar siguió suspirando hasta que las estrellas aparecieron en el cielo,
y formaron un camino, una señal,
el Ser despertó y comenzó su regreso.

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